Can Navata es una masía agrícola típica ampurdanesa del siglo XVII que fue restaurada en el año 2008 para convertirse en una casa de turismo rural en pleno Empordà. Concebida como un lugar de descanso, de relajación y de reencuentro con la naturaleza y con las tradiciones, ha intentado conservar su espíritu inicial, el mismo que tenía hace cuatro siglos cuando se construyó. Por eso aún se encuentran techos y baldosas de aquella época, utensilios de museo y, incluso, en el patio, ruedas antiguas de carro. Todo ello sin renunciar a las comodidades que necesitamos hoy en día, como nevera, microondas, lavadora, lavavajillas, cocina de gas, horno eléctrico, cafetera, tostadora, secadores de pelo, televisión, wifi o calefacción.
Una de las peculiaridades de Can Navata son los grandes espacios de que dispone, anchos y espaciosos, ideales para acoger grandes familias o grupos de amigos, y la variedad de zonas que tiene establecidas, que permiten desarrollar un montón de actividades de forma independiente . La casa rural cuenta, por ejemplo, con un comedor bajo una bóveda catalana con chimenea de leña, una biblioteca llena de libros, un área de juego infantil, una terraza solárium, un jardín inmenso con piscina y columpios, una zona de barbacoas o un porche encantador que invita al retraimiento, a la lectura o a la conversación pausada.
Can Navata dispone de seis habitaciones, cada una con su baño correspondiente. Cuatro son dobles, otra está equipada con dos camas sencillas y la última es cuádruple y está adaptada para sillas de ruedas. Tiene capacidad para acoger hasta 14 personas.